sábado, 7 de enero de 2012

Cristal




Algunas personas llegan a tu vida ilusionándote,  haciéndote sentir  cosas, haciéndote creer que llegan para hacerte feliz y ayudarte a olvidar esas heridas del pasado,  y así por fin poder cerrarlas, pero con el tiempo te vas dando cuenta de la verdad de la historia que oculta esa persona.
Yo conocí a una esas personas,  y me toco sentir todas esas cosas cuando el llego pintando me el mundo de rosa, haciéndome creer que llegaba para iluminar mi vida. Cuando en realidad lo que hizo fue llenarme de mentiras, fingiendo sentir cosas que nunca sintió. Me tomo de la mano,  y con sus dulces palabras junto los retazos de una bola de cristal, que contenía mi confianza con mi corazón adentro,  todo destrozado. Se encargó de hacer que mi corazón vuelva a latir, vuelva a sentir confianza, haciéndome creer que no me dejaría ir, que estaría ahí para mí y no me  traicionaría.
Por eso hoy le hablo a esa persona que llego solo para ilusionarme y luego dejarme ir. Fue lindo saber que estabas ahí para mi, gracias por actuar como si hubiera te importado  y hacerme sentir que era la única. Fue lindo saber que casi lo tuvimos todo, gracias por dejarme caer, viendo como mi confianza se vuelve a romper sin tratar de impedirlo.  Ahora sé muy bien que todo lo que dijiste fueron mentiras,  lo comprobé aquella noche en la que no dudaste en perder mi confianza.  Por eso en mi corazón se está iniciando un fuego, y ahora todas las cicatrices me recuerdan a nuestro amor y me hacen pensar que casi lo tuvimos todo, pero elegiste la lujuria. Ahora no puedo dejar de pensar que tuviste mi corazón en tus manos y jugaste con el como  quisiste.