Algunas
personas llegan a tu vida ilusionándote,
haciéndote sentir cosas, haciéndote
creer que llegan para hacerte feliz y ayudarte a olvidar esas heridas del
pasado, y así por fin poder cerrarlas,
pero con el tiempo te vas dando cuenta de la verdad de la historia que oculta
esa persona.
Yo conocí a
una esas personas, y me toco sentir
todas esas cosas cuando el llego pintando me el mundo de rosa, haciéndome creer
que llegaba para iluminar mi vida. Cuando en realidad lo que hizo fue llenarme
de mentiras, fingiendo sentir cosas que nunca sintió. Me
tomo de la mano, y con sus dulces
palabras junto los retazos de una bola de cristal, que contenía mi confianza
con mi corazón adentro, todo destrozado.
Se encargó de hacer que mi corazón vuelva a latir, vuelva a sentir confianza, haciéndome
creer que no me dejaría ir, que estaría ahí para mí y no me traicionaría.
Por eso hoy le hablo a esa persona que llego solo para
ilusionarme y luego dejarme ir. Fue lindo saber que estabas ahí para mi,
gracias por actuar como si hubiera te importado y hacerme sentir que era la única. Fue lindo
saber que casi lo tuvimos todo, gracias por dejarme
caer, viendo como mi confianza se vuelve a romper sin tratar de impedirlo.
Ahora sé muy bien que todo lo que
dijiste fueron mentiras, lo comprobé aquella noche en la que no
dudaste en perder mi confianza.
Por eso en mi corazón se está iniciando un fuego, y ahora todas las
cicatrices me recuerdan a nuestro amor y me hacen pensar que casi lo tuvimos
todo, pero elegiste la lujuria. Ahora no
puedo dejar de pensar que tuviste mi corazón en tus
manos y jugaste con el como quisiste.