Las palabras vienen y van, la gente habla, opina, se mete y a mí me separa cada vez más de todo lo que quiero y necesito tener cerca. Las palabras de los demás se vuelven heridas en mi, cada vez pienso mas, y mas, cada vez me enrosco mas, con las cosas que dicen los demás.
Muchas veces la gente habla sin saber, pero no lo podemos frenar, no tenemos las armas para frenar eso que nos persigue, esas palabras que los demás usan de cuchillos, para abrir una herida en tu piel, las palabras nos separan de eso que tanto queremos, nos separan, nos hacen perder eso que apostamos, por consecuencias de palabras podemos perder demasiadas cosas, y podemos ganar tantas.
Las palabras son una de las cosas que mas lastiman, más que cualquier arma, por que con una palabra puedo dejar una marca en alguien, que jamás olvidaran, puedo sembrar odio, y soledad, en cambio con un golpe puedo causar un moretón que el tiempo curara. Hay heridas que ni el tiempo curara, con una palabra puedo decir cosas que ni con las mil lágrimas que me ahogan puedo expresar, puedo expresar mil vacíos, aunque la angustia muchas veces no me deje hablar se que hay mil palabras que ponerle a eso.
Hay demasiadas palabras que jamás olvidare, esas palabras que fueron las señales de la clase de juego que fui. Se que no se puede ser perfecto, aunque tampoco pretendo serlo, pero muchas veces las palabras de los demás crean ese deseo de perfección en uno, ese deseo a ser lo que no sos, de intentar cambiar una realidad que no es necesario cambiar, una realidad que es parte de nuestra vida.
Las palabras son tantas cosas, las palabras son armas de vida, por que con una palabra puedo destruir cosas que ni tocándolas lo aria, puedo decir cosas que son invisibles a los ojos, decir lo que siento puedo expresarme, los ojos son la ventana del alma, el espejo que todos necesitan para ver al otro como es, pero una palabra acompaña a los ojos por que los ojos muestran pero las palabras expresan, hay cosas que son esenciales a los ojos.
